¿Qué tal los Reyes? ¿se portaron tan bien como esperábais?
Otro de los encargos que Melchor, Gaspar y Baltasar me hicieron estas navidades fue Elsa. Una vaca. "Haznos una vaca". Ale, pero... una vaca, ¿cómo?? ¿grande, pequeña, con manchas, cabezona, con lacito? Otra vez, libertad total. Y así salió esta Elsa.
Sí, está posando con un brécol. Así os hacéis idea de su tamaño... el requisito era que pudiera hacerse hueco en una maleta, rumbo a Venezuela, y creo que cabe. Así que Elsa, con un poco de suerte, conocerá mundo.
Tiene ojos como de "vaca loca"... ojalá todas las vacas locas que aparezcan por el mundo a partir de ahora sean como ésta, espachurrables, blanditas y sobre todo, inofensivas.
Me lo pasé fenomenal tejiendo las ubres. ¡Salieron a la primera!
Elsa es única. No podrá haber nunca nadie como ella... con las prisas de llegar a tiempo con el encargo se me olvidó por completo apuntar lo que iba haciendo, así que no tengo patrón.
Hasta la próxima... ¡Muuuuchas gracias por leerme, por encargarme cositas y por darme ánimos! Han sido unas navidades sin descanso, pero muy gratificantes.
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