Hoy os traigo uno de los regalos navideños "hechos a mano" de La Garde. Es muy especial, pensado para una persona muy, muy importante en mi vida: el más pequeño de mis pequeños gaditas, el pirata del Estrecho, un verdadero huracán de 7 años al que, como él mismo define, nunca se le acaba la energía. Lo tengo lejos pero lo siento cerca, y pasar cuatro días con él y su hermana estas navidades ha sido el mejor regalo.
Y para él tejí "El monstruo de las pasitas". Sí, es muy feo. Porque su destinatario dibuja todo el rato, y lo que dibuja son bichos de mil brazos, alienígenas con dientes enormes, animales con alas grotescas... y pensé en ganchillear algo parecido a sus creaciones.
El día de Nochebuena, por la mañana, estaba rematando unos perritos para otro encargo, y el pirata se acercó y me dijo que él quería un muñeco "como los de la última vez". Se refería al vudú de hace unos días... sonreí y le contesté que él tendría un muñeco muchísimo mejor. Cuando esa noche, tras la cena, abrió su regalo, se le iluminó la cara, su boca dibujó una sonrisa enorme y le dio una risilla floja que nos contagió a los demás. ¡Le encantó!! ¡Y a mí más su reacción!
Pero lo mejor de todo no fue el momento regalo. Lo mejor de lo mejor fue que al día siguiente, mientras yo estaba liada con hilos, ganchos y botones, él dejó apartada la psp, el gastón cabezón y los ben10, y se sentó a mi lado, me pidió hilo, una aguja e instrucciones. Y durante media hora estuvo ahí, mordiéndose el labio, luchando contra el hilo, y triunfando al conseguir una cadeneta de unos 20 cm.
Y a mí se me hinchó el corazón.
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